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Manhattan, Nueva York, United States
Nací en el día que da paso al invierno, de 1995. Barcelona me vio nacer, crecer, caer y volver a levantarme. Uso la escritura y la fotografía como vías de escape. Se me han roto todos los esquemas y estoy escribiendo mi historia de nuevo. Me tomaré un tiempo de salud mental, me alimentaré a base de helado de yogur y me dedicaré a quejarme de todo y a reflexionar sobre mi vida.

domingo, 10 de junio de 2012

Diez días de melodías perfectas.




Un Domingo lluvioso cualquiera, las nubes vuelven a descargar hacia las siete de la tarde. Está harta de mirar las gotas por la ventana, así que coge su abrigo impermeable y sale cuanto antes. Nadie dice nada, nadie se inmuta, no la ven salir. No se extraña, siempre sucede así. Baja las escaleras casi con prisa, saliendo del portal nota el frío, protege sus manos en los bolsillos y ahí encuentra su ipod y sus auriculares enredados. Cuando ya está fuera del recinto se para a respirar con calma el aire impregnado con ese olor a lluvia que le encanta. Nota que caen chispas, pero no importa. La verdad es que hace un tiempo que casi no importa nada. Desenreda los auriculares lentamente, ya no hay ninguna prisa, y selecciona su lista de canciones más nostálgicas y acústicas. 'Heartbeats' empieza a sonar. Camina mirando al cielo, observa las enormes nubes de tonalidades grises y negras, llenas de furia. Ve como se mueven con el viento. Como simplemente se  dejan llevar. Nubes. Vuelve a llenar sus pulmones con olor de lluvia. Hay charcos formados en el suelo pero ni siquiera se molesta en esquivarlos, y siente el frío en los pies. No quiere que la sensación se marche, no quiere cambiar de canción, saca el ipod y lo pone en modo 'repetir uno'. 
'Heartbeats' vuelve a comenzar. La verdad es que siempre le ha encantado esa sensación de nostalgia y tristeza. Se pregunta si será la única. La única que sale a caminar bajo la lluvia. Mira el reloj que hay en su muñeca izquierda, pero no presta atención a la hora, 'Da igual', piensa. 
La canción sigue sonando, casi llegando al final, ella está tranquila, sabe que volverá a comenzar, una y otra vez.
Y así es. 'Heartbeats' comienza de nuevo. 

"One night to be confused
One night to speed up truth
We had a promise made
Four hands and then away."

Sigue caminando, y lo echa de menos. Ni siquiera sabe porqué. El caso es que la nostalgia se convierte en vacío, casi sin que ella se diera cuenta. 'Heartbeats' sigue su ritmo.

"One night of magic rush
The start - a simple touch.
One night to push and scream
And then relief."

Se detiene. Busca un banco dónde sentarse porque sabe que lo peor está por llegar. Esa punzada en el corazón...

"Ten days of perfect tunes
The colours - red and blue.
We had a promise made
We were in love."

Ahí está. Ya tardaba en llegar. De pronto está perdida. Las nubes se dan cuenta y descargan sus gotas al compás de sus lágrimas, que se aparcan en ese puto rincón de su cuello. El mismo dónde él descargaba sus besos. 'We were in  love'. La letra y la melodía no paran de repetirse. Sí, lo estaban. No. Ella. Ella lo estaba. Y de repente, se da cuenta de que no le gusta estar sola. No le gusta ser la única que decide salir a caminar bajo la lluvia. No. Quiere a alguien que haga que el tiempo importe. No, quiere a alguien que haga que el tiempo no importe. Quiere... Ni siquiera sabe lo que quiere. Empieza a llover con mas fuerza. Tiene que volver a casa. Se seca las lágrimas con el impermeable. No quiere preguntas. No quiere dar explicaciones. 'Heartbeats' está llegando a su fin otra vez. Levanta la vista. Y lo ve. A él. El perfecto desconocido. Con una mirada preocupada y lejana fijada sobre ella. Y se acerca. Él. Se acerca. Con su sonrisa torcida. Se acerca. Y se sienta con ella. '¿Te importa?' Dice mientras coge un auricular y 'Heartbeats' vuelve a la carga. Ella se limita a sonreír. Él no dice nada más. Algo ha cambiado.

'Sharing different heartbeats
In one night.'