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Manhattan, Nueva York, United States
Nací en el día que da paso al invierno, de 1995. Barcelona me vio nacer, crecer, caer y volver a levantarme. Uso la escritura y la fotografía como vías de escape. Se me han roto todos los esquemas y estoy escribiendo mi historia de nuevo. Me tomaré un tiempo de salud mental, me alimentaré a base de helado de yogur y me dedicaré a quejarme de todo y a reflexionar sobre mi vida.

lunes, 27 de febrero de 2012

¿Qué esperabas?

Si esperé, esperé, esperé y esperé. Y tú nunca llegabas.
Esperé tus llamadas a media noche. 
Esperé a que te dieras cuenta de cómo te miraba.

Esperé a que te dieras cuenta de la sonrisa de niña-tonta-enamorada que me sale sin querer.
Esperé a que descifraras la mitad omitida de mis frases a medias.
Esperé a que dieras tú el segundo paso. Y el tercero.
Te esperé, hasta agotar las existencias de la paciencia que llevaba encima.
Esperé.

Te juro que esperé.
Y nunca llegaste.
Y puede que aún conserve las ganas. 
Pero ya no espero nada.





sábado, 25 de febrero de 2012

No te echo de menos.

No te echo de menos. Como ha cambiado el cuento, ¿eh? Pensaba que nunca lo diría, pero últimamente me levanto por las mañanas y ya no me vienes a la cabeza. Quizá sea porque mi almohada ya no huele a ti, o porque simplemente he aceptado que las cosas han cambiado, y que no vamos a volver a ser como antes. No te echo de menos, nada en absoluto, y estoy bien, porque estoy volviendo a ser yo, la niña que regala sonrisas sin porque, la que desayuna todos los domingos escuchando Bon Iver y la malhablada a la no le importa la opinión de los demás. Vuelvo a ser la que canta 'Last of the american girls' a todo pulmón cuando está sola en casa, y la que come helado de yogur por mucho frío que haga. Y me siento bien, porque ya no busco un nosotros, no me hace falta un nosotros para seguir, no me haces falta, y te aseguro que voy a llegar lejos.