No te echo de menos. Como ha cambiado el cuento, ¿eh? Pensaba que nunca lo diría, pero últimamente me levanto por las mañanas y ya no me vienes a la cabeza. Quizá sea porque mi almohada ya no huele a ti, o porque simplemente he aceptado que las cosas han cambiado, y que no vamos a volver a ser como antes. No te echo de menos, nada en absoluto, y estoy bien, porque estoy volviendo a ser yo, la niña que regala sonrisas sin porque, la que desayuna todos los domingos escuchando Bon Iver y la malhablada a la no le importa la opinión de los demás. Vuelvo a ser la que canta 'Last of the american girls' a todo pulmón cuando está sola en casa, y la que come helado de yogur por mucho frío que haga. Y me siento bien, porque ya no busco un nosotros, no me hace falta un nosotros para seguir, no me haces falta, y te aseguro que voy a llegar lejos.
Sentirse vivo. Reír. Mojarte el pelo bajo la lluvia. Saltar sobre el agua de los charcos. El olor a lluvia.Soltar en una carcajada todo el aire y después respirar. Querer. Llorar. Chillar, gritarle al mundo que estas aquí. Cantar esa canción. Amarte eternamente. Callar. Sentir ese olor a ti. Ver como te vas, y volver a perderte. Caer y levantar. Confiar. Volver a sentirse vivo. Reír, y volver a mojarte el pelo con el agua de la lluvia, la misma que ahoga tus lagrimas en un invierno frío.
- Andrea
- Manhattan, Nueva York, United States
- Nací en el día que da paso al invierno, de 1995. Barcelona me vio nacer, crecer, caer y volver a levantarme. Uso la escritura y la fotografía como vías de escape. Se me han roto todos los esquemas y estoy escribiendo mi historia de nuevo. Me tomaré un tiempo de salud mental, me alimentaré a base de helado de yogur y me dedicaré a quejarme de todo y a reflexionar sobre mi vida.
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