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Manhattan, Nueva York, United States
Nací en el día que da paso al invierno, de 1995. Barcelona me vio nacer, crecer, caer y volver a levantarme. Uso la escritura y la fotografía como vías de escape. Se me han roto todos los esquemas y estoy escribiendo mi historia de nuevo. Me tomaré un tiempo de salud mental, me alimentaré a base de helado de yogur y me dedicaré a quejarme de todo y a reflexionar sobre mi vida.

martes, 12 de julio de 2011

El sabor de la lluvia.

- Allí fuera debe de hacer frío.
+ No creas, solo es una tormenta de verano, se pasará pronto.
- Vallamos a fuera!
+ Qué? Estás loca? Acaso no ves que está lloviendo a mares?
- Y QUÉ MÁS DA? ya estoy harta de hacer lo que debo hacer, ahora me toca vivir, a mi manera, no quiero hacer caso a nadie más, ni siquiera a ti. Está lloviendo, y qué? no te mueres de ganas por sentir como se rompe cada gota contra tu piel, como estallan y te invaden? sentirás como la tierra se ablanda bajo tus pies, el agua corriendo por tu piel, oirás como la lluvia se coordina con tus latidos para formar un sonido perfecto. Observar el aguacero pasajero empapando la tierra de nuestro alrededor y sentir cómo sube el olor por nuestras piernas hasta que choca con tu perfume y ya no puede continuar su ascenso. Ver correr a la gente huyendo mientras yo me siento protegida por tus abrazos. Y en el cielo los rayos se asemejan a esas luces que adornan las fiestas colgando de parte a parte del jardín, mientras algún que otro relámpago nos fotografía en mitad de una sonrisa. Las gotas se posan en tu piel dibujando corazones aleatorios repartidos por tu cuerpo. Y las pocas que no chocan caen rodando por tu rostro hasta que son recogidas por mis labios.  Todo deja de existir más allá de tu voz y de la mía. Y hasta la lluvia que todo lo empapa, parece respetar nuestro rincón sagrado. Un rincón en mitad de la ciudad, en el que durante unos momentos nos volverá invisibles. Ven conmigo, ahora, las gotas dejarán de caer, pero mientras tanto tenemos la oportunidad de ser solo tú y yo, de ser auténticos. Cierra los ojos y piénsalo por un momento, ven, vallamos a fuera, bailemos bajo el agua, sintamos todo lo que no hemos sentido, podemos hacerlo, abrázame y besame como George peppard besa a Audrey hepburn en el final de Desayuno con diamantes, acaso no quieres saber a que sabe la lluvia?  




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